Espinas en flor, el amor en otoño*

Voy a callarme la boca
Y sin dejarte respirar
Vas a oler en mis labios
Un aire noble y criminal

No poseo mente propia
Y cual un baúl de madera
Me voy llenando de amuletos
Para pensar… como otros quieran

Solo se escucha a lo lejos
Una cadena de mentiras
Que poco a poco voy creyendo
Y así mi mente va cayendo
En un estado sin salida

Y mientras no me digo nada
Y mientras solo pienso en rojo
Mientras se cierran mis collares
Mientras se callan mis enojos

Pues con la soga ya en el cuello
Abandonando mis ideas
Mientras mi mente va creciendo
Poquito a poco voy creyendo
Ya solo soy otro diciendo
Que ya no vale lo que seas

Ya no soporto impulsos
Y mucho menos represiones
Abriendo puerta por puerta
Y escapando a mis prisiones

Es que a la luz de tus sueños
Y de tus suaves paganías
Todo un estado natural
Una intrincada compañía
Es sólo un soplo en el oído
Es una voz con un deseo
Es mucho más que unas palabras,
Es todo un sueño, es un te quiero.


Este es otro de los costados que queremos mostrar de este blog, sentimos la responsabilidad de expresar una parte más de nuestra forma de pensar, si todo al fin comienza desde el “amor”. Con este posteo esperamos oír a las voces que ya conocemos, y necesitamos también la opinión de las nuevas.
Con todos los sentidos apagados y la mente iracunda salieron estas palabras a principios del otoño, de los días más oscuros de Jack y las tardes más tiernas de Sally. Y como no podía ser de otra manera, Jack cayó en los encantos en los últimos versos. Sally, mientras, flotaba unos centímetros sobre el suelo y garabateó en una A4.

Jack & Sally