martes, 26 de enero de 2010

Psicodélica poética, parte II


Demasiado calor en la oscuridad de mi corazón
Es el reflejo amplio en mis pupilas
Quedándome solo despojos en la bruma de mi realidad
Más actual que el amor virtual
No deja de asombrarme y resuena en mis oídos
Lo siento cual chillidos
Que atacan mi paciencia
Son clamores de inconsciencia
Y me despierto de repente
Cayendo en pendiente hacia sensaciones
Desconocidas hasta el momento
Es la magia de los nuevos tiempos
Rasguidos suaves en la tenacidad de mi existencia
Cortan la piel de mi cuello
Puñales de actualidad se clavan en mis ojos
Y es la euforia momentánea y la furia consecuente
Y no deja de sorprenderme de repente
Este mundo cruel pero bello.

A días del comienzo de la facultad, una noche con Música Eléctrica para el Cuerpo y la Mente, y soñando con Sally. Todo esto con el agregado de un montón de experiencias que lo ponen a uno de frente al mundo real, y a nuestra propia manera de ver las cosas.

martes, 19 de enero de 2010

Psicodélica poética, parte I


Paso a paso, paso a pasito
El callejón se ensancha
La vida en avalancha
Me atropella sin compasión
Y en la marcha de mirada abierta
Cruzo el umbral desierto
De quien vive y quien no se deja
Y sin designios ni locura
Elijo vivir sin quejas
Al son de mi corazón
Es un caminar apaciguado
Es de puras satisfacciones
Intento que así lo sea
Y sufrir de a porciones
No me permito el castigo
Despacio abro mis sentidos
Y me dedico a la sensación
Siento lo natural en mis oídos
Lo siento bajo la piel
Lo siento sobre ella
Lo siento con emoción
Siento mis ojos perdidos
El eléctrico compás de mis piernas
Que me llevan a la caminata
A abrazar una compañía
A no perder las manías
Nunca se adonde voy
Y eso es fascinante
Duermo certero en la incertidumbre
Y eso es lo importante
Un traquetear que no lastima
Y recurro a la alucinación
Cuando no me basta la vida
Del que ciego y sordo camina
Y un mundo se abre ante mí
Cuando logro escribir mi canción
Es ahí cuando consigo
Acallar todo el clamor.


Estamos mas grandes que cuando terminamos el secundario a principios de diciembre, mucho mas grandes que en la epoca de Bariloche; y se siente como si estuviésemos "empezando a aprender a vivir de verdad", cosa que nos costara seguramente la vida, pero que (todavía) no nos preocupa. Espero que disfruten de la poesia tanto como que les lleguen nuestras sensaciones.
Saludos y buen año!