Mi talento, Dios y el desconocido

« Estaba llorando y pensando

Cómo podía ser mejor

Llorando y pensando

Cómo puedo ser mejor

No encontraba las respuestas

Y le ofrecí mi alma a Dios

“No, quedátela, me dijo,

Prefiero que la tengas vos.

¡El talento es todo tuyo,

Desde acá lo veo yo!”

Qué fácil es soltar las riendas

Y dejar al caballo andar

Luego no sé dónde estoy

Y a nadie puedo culpar

En la noche me hallo solo

Y sólo a golpearme empiezo

Alguien se acerca y se une

Viene, me patea y lo miro, tieso

Creyó verme jugar y se animó, impune

Vino la policía y callé

Seguro lo van a arrestar

Qué fácil es soltar las riendas

Y al caballo dejar andar

Mejor en mi talento confiar

Y que al otro Dios lo defienda. »

No estoy hablando de ser individualista, ni poco solidario en un malentendido. Solamente digo que si uno confía en sí mismo y actúa tiene todo el derecho y la obligación de adjudicarse los resultados obtenidos, positivos o negativos. Pero si te unís siempre a la fiesta cuando el que se animó a bailar primero fue otro, aguantate ser el segundón o terminar sufriendo efectos colaterales. Vamos con la iniciativa, vamos con la confianza, saludos gente.